jueves, 12 de junio de 2014

Visita a la biblioteca Vasconcelos

Microhistorias, donde la obra eres tú. Creo que no olvidaré eso en un buen tiempo. 
Ese es el nombre de la obra a la cual varios de mis compañeros tanto de salón como de grados asistimos el pasado lunes 9 de junio. 
La palabra que distingue esta obra es: interesante. Algo inusual cuanto menos, pero a la ves intrigante. La obra consiste en dos actividades. La primera nos sumerge en un mundo abstracto de las microhistorias, las cuales, tal y como su nombre lo dice, son historias muy cortas las cuales pueden ser interpretadas de muchas maneras si uno lo desea. Estas historias son narradas por una persona que hace la función únicamente como traductor, sí, un traductor de los verdaderos actores, personas las cuales se comunican mediante el lenguaje de señas con sus manos. 
Como dije antes, fue interesante, pero, lo que más me agrado de dicha obra fue la segunda actividad en la cual al público se le es divido en dos grupos que por ahora llamaremos grupo A y grupo B. Al grupo A se le es guiado hacía un teatro dentro de la misma biblioteca; mientras que el segundo grupo da una vuelta por la biblioteca para después entrar en el mismo teatro, pero, a diferencia del primer grupo que se le es asignado una butaca a cada persona, el otro grupo sube al escenario para ser la obra, en vez de ser el espectador.

En medio del escenario podemos notar que hay diversas cosas, desde una gabardina hasta la nariz de un payaso, desde un cuadro hasta un sin fin de hojas recicladas con las cuales se puede interactuar de toda manera posible.
El tiempo empieza a correr y el grupo tiene que hacer en 7 minutos lo que desee, sí, cualquier cosa es valida. Hojas volando, partes de disfraces por doquier, gente sorprendida por este evento inusual, otra maravillada por la cantidad de posibilidades, etc. Después de estos 7 minutos de creatividad pura por parte del grupo seleccionado se tendrán que dejar los objetos tomados en el suelo, para que el siguiente grupo actúe.

En cuanto mi opinión, fue una experiencia agradable sólo por el mero hecho de ser algo distinto, sin una explicación, nuevo. Y bueno todas esas cosas son placenteras para mi, me encantan las nuevas experiencias. Totalmente recomendado.


Héctor Antonio Quiñones Sieiro